Nuevos hogares para los ancianos de Zomba (Malawi)

P. Jon Korta ocd

“En este país de Malawi rara vez se producen catástrofes naturales”, repiten mucho sus ciudadanos. Aún siguen sorprendidos por los daños que ha causado el ciclón tropical Freddy que durante más de cinco semanas de febrero y marzo de este año convirtió muchas aldeas rurales en auténticos ríos de agua y de piedra provocando graves destrozos en campos y viviendas.

En Malawi, como en la mayoría de los países del continente africano, las viviendas son pequeños habitáculos construidos bien con materiales del campo o bien con ladrillos en los mejores de los casos. Cualquier incidencia climática puede destruir en pocos segundos lo que estas familias, con mucho esfuerzo, han ido construyendo. Este fue el caso del ciclón tropical Freddy.

En la revista La Obra Máxima, en su nuevo número de agosto-septiembre, encontraréis un artículo interesante, detallado, de lo que supuso el paso del ciclón y los daños que ésta provocó en la zona de Zomba. Ahora quisiera compartiros los proyectos que la diócesis de Zomba, bajo la dirección de Mons. George Tambala ocd, ha ido trabajando para dar respuesta urgente, especialmente, a los ancianos que perdieron sus casas.

La Provincia de San Joaquín de Navarra, como lo ha hecho en otras ocasiones, pidió a las comunidades un gesto solidario que tuvo una respuesta, como siempre, muy positiva. Gran parte de esta ayuda se envió a Mons. Tambala para que lo gestionasen las instituciones caritativas eclesiales locales que tienen experiencia a la hora de poner en marcha proyectos de vía de desarrollo.

En total, se han construido 21 viviendas en distintas áreas de la diócesis de Zomba. Los beneficiarios han sido, todos ellos, ancianos que vieron cómo sus pequeñas casas quedaron completamente destruidas por el ciclón tropical.

Los días 31 de julio y 1 de agosto, el Provincial, Jon Korta, en nombre de la Provincia de San Joaquín de Navarra bendijo varias de estas casas entregando a estos ancianos las llaves de sus nuevos hogares. La emoción con la que vivieron los ancianos este momento queda bien recogida en las fotografías que ilustran este texto. Toda la comunidad (vecinos) vivieron esta fiesta armonizando con hermosos cantos esta entrega de llaves. Fue una fiesta de toda la comunidad.

Es importante que los responsables de los proyectos así como los bienhechores, siempre y cuando lo permitan las circunstancias, puedan estar presentes en estos países para constatar, en persona, que los proyectos que se ponen en marcha con la generosidad de muchas personas y comunidades religiosas, se concluyen satisfactoriamente. Además de esta constatación presencial, el compartir con los beneficiarios estos momentos supone, especialmente para ellos, un momento de inmensa gratitud que se extiende, como es en este caso, a todas las comunidades de la Provincia de San Joaquín de Navarra. Gracias a todos por vuestra generosidad.