OCDS PAMPLONA. Nuestra “familia” crece.
OCDS PAMPLONA. Nuestra “familia” crece.
Queridos lectores de esta web, aficionados y amigos de ese querer vivir con Dios al estilo de Teresa y Juan de la Cruz y también aquéllos que por primera vez os asoméis a esta ventana de los Carmelitas Descalzos Teresianos, en la Provincia de del norte, San Joaquín de Navarra.
Con todos vosotros quiero compartir la alegría que vivimos el pasado sábado, 27 de octubre, en los Descalzos de Pamplona, al prestar sus primeras promesas a la Orden del Carmelo Descalzo Seglar la hermana María Cantero como María Jesús del Buen Pastor y la toma de escapulario de los hermanos Josetxo Andía y Esther, esta última veterana en los caminos de Carmelo Teresiano y no por ello con menos ilusión de unirse a nosotros para acompañarnos en este querer vivir cerca de Jesús.
Fue un día que, QUIEN dispone todo, quiso fuera entero para nosotros. Lo iniciamos a las 10:00 horas de la mañana con un desayuno en comunidad para acompañar el saludo. Terminado el mismo, iniciamos una jornada de oración y silencio. Acudimos casi toda la comunidad y los que no pudieron hacerlo a la mañana, se incorporaron por la tarde, a las 4. en la que tuvo lugar la ceremonia de promesas y toma de escapulario que os he adelantado.
El Padre Asistente, tomó la palabra con una charla motivación centrada en el tema “Dios en nuestro corazón”. No estamos huecos, dejó escrito Teresa y desde el Concilio Vaticano II pudimos rumiar, los hombres por medio de Jesús tienen acceso al Padre y al Espíritu Santo. Se hacen consortes de la Trinidad y en consecuencia Dios nos habla como amigo. ¡ Cuánto nos ama Dios ! A continuación y desde estas palabras iniciamos oración en silencio y con el colofón de una bendición y un paso por cada uno de nosotros en la Exposición del Santísimo.
Terminada la mañana, nos esperaba una comida pensada, y en gran medida cocinada, por el Padre Asistente, Antonio Viguri, que una vez más fue testimonio de ese Evangelio que nos recuerda que el que quiera ser primero, que sea el último y que la verdadera ganancia está en el servicio. Ya podéis imaginar que, como en otras ocasiones, la comida fue una oportunidad para la comunidad de conocernos, compartir y disfrutar. Bueno, quiero ser justa, la sopa del Padre, muy rica. Además, fue el primer día de frío con el recuerdo de lo que se nos avecina, en los que a clima se refiere, así que la sopa, además de rica, reconfortante.
A las 4:00 y una vez llegaron aquellas hermanas que no habían podido acudir de mañana, tuvo lugar la ceremonia de promesas y toma de escapulario. María, Josetxo y Esther se les veía contentos y seguros del paso que estaban dando. Como si para ellos hubiera sido esa llamada que no se puede eludir.
El Padre nos recordó que las promesas realzan el compromiso bautismal siguiendo el camino del evangelio al estilo de Teresa. Y las promesas se hacen a la comunidad. La obediencia es camino de fe, la pobreza, camino de esperanza y la castidad camino de amor, de caridad. El Carmelita seglar no tiene que querer parecerse a los frailes o monjas sino parecerse a Jesús y ser testigo de Él allí donde acuda. Es un lujo y una responsabilidad el que el Señor nos haya llamado al Carmelo Teresiano.
Terminada la ceremonia, felicitaciones, abrazos y fotos que ahora, también, compartimos con vosotros.
Quiero compartir, además, la sorpresa agradable que nos tenía reservada el Presidente de la Comunidad, José Manuel Echeverría. Ha recopilado reflexiones fruto de la casi no comparable sabiduría que Dios regaló al Padre Alfredo Gardeazabal, que está con Jesús en el cielo y ha hecho con ellas un trabajo escrito, además de fotos con un significado especial para el mentado, Compartió José Manuel la alegría que ha significado este verano hacer este trabajo y parte de las reflexiones que todos los estábamos allí pudimos disfrutar. Fuimos todos testigos del cariño que nos dejo el Padre Alfredo y que el recuerdo que tenemos de él es de una persona que pasó junto a nosotros haciendo el bien.
Oramos las Primeras Vísperas y como colofón pasteles y bebidas para celebrar la fiesta. Gracias Pili y Ursula por los dulces. Admiro los bien que os salen, pero lo mejor de todo, ¡cómo los disfrutamos!.
Gracias Jesús por llamarnos al Carmelo Teresiano. Gracias por ayudarnos a asumir esa responsabilidad. Gracias por el día. Felicidades María, Josetxo y Esther. Bienvenidos a nuestra familia.
Amparo Esparza. OCDS