Fiesta de San Joaquín y Santa Ana en el convento de Pamplona
Fiesta de San Joaquín y Santa Ana en el convento de Pamplona
José Manuel Echevarría, OCDS Pamplona
El mes de julio es intenso en el calendario carmelitano. Celebramos la novena a nuestra Madre la Virgen del Carmen, su fiesta el día 16, y el día 26 la fiesta de San Joaquín y Santa Ana. En Pamplona la novena se realiza con posteridad a su fiesta debido a la coincidencia con los sanfermines.
En toda la orden se honra con gran veneración a los padres de nuestra Madre la Virgen María y a los abuelos de Jesús. En Pamplona, precisamente, esta fiesta tiene una solemnidad especial por S. Joaquín ya que es el santo que renombra nuestra provincia carmelitana, llamándose “Provincia de San Joaquín de Navarra”.
En la iglesia, la capilla lateral de la izquierda está dedicada al santo. Es la capilla más importante de la iglesia por su ornamentación y su ilustración.
Con relación a esta capilla cabe destacar la figura del Hno. Juan de Jesús San Joaquín. Este hermano, nacido en el pueblo navarro de Añorbe, tuvo una labor destacada a mediados del siglo XVII cuando la comunidad de frailes se trasladó desde el barrio de La Magdalena al centro de Pamplona. Nuestro hermano Juan de Jesús era un entusiasta del Niño Jesús – fundó una fiesta en su honor en Añorbe, que aún se celebra- y rescató del silencio a S. Joaquín, cuya devoción extendió dentro y fuera de Navarra.
Hoy en día, por la fiesta que fundó en su pueblo, el día 1 de enero un fraile del convento se desplaza hasta Añorbe para confesar y celebrar la Eucaristía honrando la fiesta del Niño Jesús.
Cuenta la historia que, el santo le respondió “con voz sensible: Almas quiero”, ante la duda que le presentaba el Hno. Juan de Jesús por el traslado de la comunidad.
En esta capilla de S. Joaquín, en su altar y bajo su mirada, fue enterrado el Hno. Juan. Todavía no se ha olvidado su nombre entre muchos pamploneses y entre las gentes de los pueblos. Hoy sus restos se encuentran depositados dentro de una arqueta, junto con su biografía, en un muro lateral de la actual capilla de la Dolorosa en la parte posterior de la iglesia.
Como dato curioso reseñaremos que, en la fachada principal de la iglesia, en el pedestal sobre el que se sitúa la imagen de la madre de María, figura la inscripción “SANTANA”.
Desde hace muchos años es costumbre en Pamplona distinguir como abuelo/a, abuelos/as del año, a personas allegadas a la familia carmelitana y que son asiduas a las celebraciones en la iglesia del convento. Este año fue elegida como abuela del 2024 Dña. Esther Vázquez De la Iglesia.
La Eucaristía de la fiesta se celebró a las 12 del mediodía. No pudo asistir, como es costumbre, el P. Provincial Ion Korta por encontrarse en Malawi en visita pastoral.
Presidió la Eucaristía el P. Superior Angel Santesteban, concelebraron el P. Jesús Murillo, el P. Fernando Villabona y el P. Anthony Duc Thang. El P. Javier Compés en el coro tocando el órgano. Y el P. Ildefonso Moriones atendiendo en el confesionario.
Hubo un nutrido grupo de fieles en la celebración, familiares de la homenajeada, cofrades de la Virgen del Carmen y miembros de la OCDS.
En la homilía el P. Angel nos invitó a aprovechar el empaque, la serenidad, la paz, el discernimiento y el sosiego que adquieren nuestros sentidos con la madurez y la edad; aunque sintamos y reconozcamos los síntomas del desgaste físico.
Nos recordó, también, que el mensaje de Jesús es universal, es para todos, pero Él eligió a los que quiso y -a través de la fe- los cuida, nos cuida, de una manera especial.
Tras la homilía, la homenajeada Esther subió al presbiterio acompañada de nuestra hermana Marina. Allí, de manos del P. Superior, recibió el diploma y la medalla que la distinguen como abuela del año 2024. La homenajeada se sintió agradecida y emocionada. Los asistentes le dedicaron un cálido aplauso.
Al final de la Eucaristía se hicieron muchas fotografías en compañía de familiares y amigos. La capilla de San Joaquín estaba preciosa para la ocasión.
Para terminar la celebración comunitaria, los miembros de la OCDS fuimos de la Misa a la mesa. Y así, en un restaurante próximo al convento, departimos en una comida amena y alegre.
Al finalizar la misma nos despedimos hasta una próxima ocasión.
¡Que San Joaquín y Santa Ana protejan y dirijan nuestra Provincia y a los que pertenecemos a ella!
Pamplona, 26 de julio 2024
Comments