Historia y Celebración en Salsipuedes. ¡Vivan las Madres Carmelitas!
Historia y Celebración en Salsipuedes. ¡Vivan las Madres Carmelitas!
Con el buen recuerdo de la celebración tenida en las Madres Carmelitas de Salsipuedes, el 8 de diciembre del presente 2023, recordando y agradeciendo los 440 años de fraternidad, oración, compromiso y servicio tenidos por esas hermanas en Pamplona, así como su agradecimiento a tantos bienhechores y amigos, me propongo poner aquí el texto de las propias madres, y algunas fotos enviadas por ellas. Luego, con el prestigio de un vino de solera, madurado y envejecido en buen ambiente, os presento el resultado de una investigación del P. Moriones sobre el particular.
LAS MADRES HAN ENVIADO LO QUE SIGUE
440 AÑOS DE LA FUNDACIÓN DE LAS CARMELITAS DESCALZAS DE PAMPLONA
Es una gran alegría para nuestra comunidad poder compartir este día en que celebramos los 440 años de nuestra llegada a Pamplona. El mismo 8 de Diciembre llegaba nuestra Madre Catalina de Cristo, Priora del Carmelo de Soria, acompañada de varias hermanas, entre ellas, la Navarra Leonor de la Misericordia.
Fue la primera fundación después de la muerte de Santa Teresa, aunque ya se había hablado de esta posibilidad en vida de Ella; hay algunas cartas alusivas a ello.
Fueron recibidas por el Sr. Obispo y el Padre Jerónimo Gracián, primer Provincial de los Carmelitas, en la Catedral. La Plaza de San José estaba repleta de gentes y así todo el trayecto hasta la Calle Jarauta, donde se instalaron. Según escribió el Padre Gracián fueron recibidas con el mayor aplauso que en ningún convento nuestro se ha hecho.
Para celebrar este aniversario celebraremos el día de la Inmaculada Concepción (8 de Diciembre) Carmelitas Descalzas de Pamplona,calle Salsipuedes 1.
Misa a las 18.30,Presidirá Dn. Francisco Pérez, Administrador apostólico de Pamplona y Administrador de Tudela y será armonizada por el coro SPEM IN ALIUN para dar gracias al Señor por todas las bendiciones recibidas.
A partir de las 10h del día se podrán venerar el cuerpo incorrupto de Madre Catalina, que estará expuesto en el coro del Monasterio.
DESPUÉS DE LA CELEBRACIÓN, LAS MADRES HAN ENVIADO ESTOS COMENTARIOS
A lo largo del día hemos tenido muchísimas visitas para ver el cuerpo incorrupto de Madre Catalina, muchos pedidos de oraciones e interés por conocer su vida.
La Santa Misa, en Acción de Gracias por todas la que la comunidad ha recibido en estos 440 años, fue presidida por don Francisco nuestro Arzobispo acompañado por los rectores de los seminarios de Bidasoa y Tarazona nuestro querido capellán y dos Padres Carmelitas con dos acólitos del Seminario de Bidasoa.
La celebración fue armonizada preciosamente por el coro SPEM IN ALIUN, amigos de la comunidad que se ofrecieron y prepararon todo.
En la homilía don Francisco destacó la aceptación con el SÍ de la Virgen al misterio de la Encarnación haciendo unas aplicaciones muy prácticas a nuestras vidas, en las circunstancias de cada día, confiando siempre en el Señor, que es todo amor, así lo hizo la Virgen María.
Señaló como preparación a la Navidad el perdón para la humanidad y el acercarnos a los sacramentos.
La iglesia estaba repleta de fieles, agradecidos de poder compartir con nosotras este aniversario, y nos decían al final de la Misa, saludándonos, que tenemos un gran tesoro.
Quedamos agradecidas por muestras de tanto cariño y unión de oraciones.
EL P. ILDEFONSO MORIONES HA ENVIADO LO QUE SIGUE
440 ANIVERSARIO
DE LAS CARMELITAS EN PAMPLONA
(1583 8 DICIEMBRE 2023)
El 6 de mayo de 1582 escribe santa Teresa desde Burgos a Leonor de la Misericordia, enviando la carta por mano del P. Gracián: “Con nuestro Padre puede vuestra reverencia tratar lo de Pamplona. El Señor lo guíe si ha de ser para su servicio. En caso que se haya de labrar de principio paréceme no conviene”.
Y el 15 de septiembre (estamos en las últimas semanas de vida de la Santa) vuelve a escribirle: “En lo de la fundación [de Pamplona], yo no me determinaré a que se haga si no es con alguna renta, porque veo ya tan poca devoción que habemos de andar ansí, y tan lejos de todas estotras casas no se sufre si no hay buenas comunidades, que ya por acá unas con otras se remedian cuando se ven en necesidad. Bien es que haya esos principios y que se trate y se vaya descubriendo gente devota, que si ello es de Dios Él los moverá con más de lo que hay al presente”.
Doña Leonor de Ayanz era sobrina de la fundadora de Soria, doña Beatriz de Beaumont, y había tomado el hábito en la fundación patrocinada por tu tía, 12 de enero de 1582.
El P. Gracián nos la presenta así:
“En esta fundación [de Soria] acaesció que comunicando con la Madre una señora casada, muy gran sierva de Dios, llamada doña Leonor de Ayanz, una de las primeras veces que la vio, mostrándole el gran deseo que tenía de servir a Dios, la Madre la abrazó con mucho amor y le dijo: ‘Calle, mi hija, que presto será monja nuestra’.
Sucedió de allí a poco revolverse los negocios de aquella señora, de suerte que el Obispo hizo divorcio entre ella y su marido, y tomó ella nuestro hábito allí en Soria ... De todas maneras era esta sierva de Dios agradable, porque en lo interior era un serafín de condición y alma, y en lo exterior un ángel de rostro y buena gracia; tenía habilidad rara en escrebir, pintar, saber latín, y en las demás labores y ejercicios de mujeres, acompañado con prudencia varonil, que cuando ella gobernaba en ausencia de su hermano el pueblo de Guendulain, de donde eran señores, estaban bien contentos los vasallos; era de las más queridas y estimadas de Pamplona, donde residía. Y porque oyó decir que el Virrey había hablado en ella diciendo que tenía buen parecer, se vino a morar de Pamplona a Soria, con doña Beatriz de Beaumonte, tía de su marido” (MHCT 3, Doc. 423, p. 620).
De Doña Beatriz, nos ofrece el mismo P. Gracián la siguiente semblanza: “Hija de don Francés de Beaumont, capitán general de la guarda del Emperador, que habiendo sido casada con Juan de Vinuesa, hombre muy rico de ganado, enviudó, y de los bienes gananciales de su marido le quedaron cincuenta mil ducados, que distribuyó en obras del servicio de Dios y repartió entre sus parientes, hasta que vino a quedar pobre; y por remate de su sancta vida que siempre hizo, tomó el hábito de nuestra Orden en el convento de S. Joseph de Pamplona, que también ayudó a fundar” (MHCT3, Doc. 423, p. 620).
Tanto ayudó que fue ella quien resolvió el problema che frenaba a santa Teresa, cuando decía que no convenía construir de sana planta, ni comenzar sin alguna renta: Doña Beatriz ofreció su propia casa de Pamplona para la nueva comunidad, mientras ella viviese, ya que no podía cedérsela definitivamente por ser de mayorazgo. No contenta con eso ofreció además cien ducados de renta anuales, que después de su muerte ascenderían a ciento cincuenta. También dio otros tantos por su sobrina Leonor de la Misericordia, ornamentos de iglesia, copones y otros objetos necesarios para la futura fundación.
En cuanto a su profesión, en el convento de Pamplona que ayudó a fundar, la hizo el 8 de abril de 1588, con el nombre de Beatriz de Cristo y ocupa el n. 12 en el Libro de Profesiones (habían comenzado 7 y en menos de cinco años completos ya son 12).
Un tercer protagonista, quizá el más importante y sobre en el que recayó el peso de las dos fundaciones, tanto de monjas como de frailes, en Pamplona, fue otro caballero navarro llamado Martín Cruzat. De él dice el P. Gracián: “Llegando a la visita de las monjas de Soria, se ofreció venir allí el señor de Oriz, llamado Martín Cruzate, y se concertó la fundación de Pamplona, llevando a cargo el mesmo señor de Oriz, que era de aquella ciudad, alcanzar la licencia del Obispo y prevenir la fundación.” (MHCT 3, Doc. 423, p. 655.)
Listo todo para la fundación, el P. Gracián se adelantó unos días porque tenía que predicar en Pamplona y allí les esperó. Las monjas destinadas a la nueva fundación eran: La Madre Catalina de Cristo, que iba de priora y ya conocía el oficio por haberlo sido de Soria. Le acompañaban María de San José, Catalina del Espíritu Santo, Ana de los Ángeles, Francisca del Santísimo Sacramento, Leonor de la Misericordia y María Bautista, ésta de velo blanco Siete en total. (MHCT 3, Doc. 423, p. 655, y Silverio de Santa Teresa, Historia del Carmen Descalzo, V (Burgos, 1936) p. 280).
Se pusieron en camino el 5 de noviembre, y como se tardó en disponer la casa de doña Beatriz más de lo calculado, tuvieron que permanecer bastantes días esperando en Guenduláin, en las cercanías de Pamplona, en casa de don Francisco Ayanz, hermano de Leonor, hasta el 7 de diciembre (Gracián, ibíd., p. 204).
La entrada en Pamplona la relata el P. Gracián, testigo de vista, de la siguiente manera: “Estaba concertado que entrasen las monjas en Pamplona día de la Concepción de Nra. Señora. Y los del pueblo pidieron al Obispo que las saliesen a recibir con procesión y autoridad. […] Y así, se ordenó una procesión general de todas las parroquias y monesterios, con cruces, y fueron rescibidas con el mayor aplauso que en ningún convento nuestro se ha visto. Porque al camino, antes que llegasen a la ciudad, salieron todos los señores della y de la chancillería a caballo a rescibillas buen trecho; y a la puerta de la Iglesia mayor, donde se vinieron a apear, estaban todas las señoras más principales de la ciudad esperándolas, y con todo este acompañamiento entraron en la Iglesia mayor donde estaba congregada la clerecía y Órdenes; y desde allí, en procesión general de todos, vestido el Obispo con su capa de coro y cantando la música de la iglesia Te Deum laudamus, las llevaron a su monesterio, donde otro día dijo misa de pontifical el Obispo para poner el Sanctísimo Sacramento” (MHCT 3, Doc. 423, p. 656).
El día 8 de diciembre se inauguró la fundación, con misa de pontifical presidida por el obispo de la diócesis. El sermón lo pronunció un padre agustino, fray Pedro Manrique, que después sería obispo de Osma. Y el convento tomó la advocación de San José.
MUCHAS GRACIAS A TODOS-TODAS LOS QUE HABÉIS AYUDADO, Y MUCHAS FELICIDADES A LAS MONJAS. SE VEN ALGUNAS FOTOS DE LA MADRE CATALINA, DEL ATAUD CON EL CUERPO INCORRUPTO, LA ESTATUA DE LA VIRGEN, EL EDIFICIO, Y DEMÁS.
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