El Acompañamiento para Jóvenes Profesos Solemnes – 2024
El Acompañamiento para Jóvenes Profesos Solemnes – 2024
Fátima, del 2 al 5 julio de 2024
Introducción
Fue una idea que surgió en La Conferencia de Provinciales de la Península Ibérica —la provincia del Espíritu Santo, Portugal, la de Santa Teresa conocida Ibérica y la de San Joaquín de Navarra-: tener unas jornadas, del 2 al 5 julio de 2024, de acompañamiento de los jóvenes que trabajan en dichas provincias, precisamente, a los que cumplen 18 años y menos en su compromiso perpetuo en la Orden. Se decidió celebrarlas en Domus Carmeli, Fátima, un centro para la animación espiritual de la provincia de Portugal. El grupo completo fue, incluidos los provinciales, 34: de Navarra 7, de Santa Teresa 17, de Portugal 9 y un animador P. Giuseppe Pozzobon, Provincial de Venecia. Los reunidos o invitados eran de países y culturas distintas: Europa, América, África, la India, Corea del Sur. Así que la diversidad del grupo fue un factor enriquecedor, impulsando por un lado, desde dentro, el conocimiento recíproco y por otro, embelleciendo las conversaciones. Por lo general, la jornada de cada día se desarrolló de la manera siguiente: los laudes a las 8, las sesiones y las reflexiones compartidas, desde 10 hasta la 1, con un descanso en medio; y después de la comida prácticamente en los dos días, paseos y visitas; y por la tarde, la Eucaristía y a las 9.30, el rosario en el santuario (libre).
Este escrito está diseñado del modo siguiente: la bienvenida y el motivo del encuentro, el contenido de las sesiones, las celebraciones litúrgicas, y los paseos y visitas.
1. La Bienvenida y el Motivo del Encuentro
El día 2, por la tarde, todo el mundo se reunió ante los provinciales. El P. Francisco Sánchez Oreja, Provincial de la Provincia de Santa Teresa, tomó la palabra para darle al grupo la bienvenida, romper el hielo y explicar el motivo del encuentro. Insistió en que esta idea de unirnos era una de las prioridades absolutas de los provinciales ibéricos: es, para nosotros, una imperativa formar y acompañar a los jóvenes a través de una formación permanente.
Subrayó:
1. Es cierto que hay problemas, deseos, preocupaciones, soledad en cada uno, y cansancios, como resultado de los trabajos y el apostolado; y en efecto, este tipo de acompañamiento presente, seguro que crea un ambiente común que alivia las heridas secretas de los corazones, que rejuvenece, para comprometernos una vez más en la misión.
2. El encuentro nos ayuda a vivir juntos, nos ayuda en nuestro conocimiento mutuo, y nos abre el camino para colaborar, quizá, en el futuro.
3. Es, también para cada uno, un refuerzo para cuidar la propia interioridad: estar en relación con Dios y con los demás, reflexionado y viviendo la vida carmelitana y fortaleciendo la identidad en el Carmelo.
Al final, P. Jon Korta Arcelus, Provincial de la Provincia de Navarra, añadió por su parte: el cuadro de la Orden ha cambiado en el mundo moderno; de hecho, es un amplio llamado a actuar juntos sin distinción de nacionalidades y en una perspectiva global, para darle sentido a la realidad de la Orden.
2. El Contenido de las Sesiones
En los tres días, invariablemente todas las sesiones fueron conducidas por P. Giuseppe Pozzobon, Provincial de la Provincia de Venecia. Fundamentando sus argumentos en La Declaración sobre el Carisma del Capítulo General 2021, y refiriéndose a Santa Teresa de Jesús con frecuencia — carmelitano y teresiano —, configuró tres temas por día, respectivamente: la oración, la hermandad (la comunión), y la misión. Sin duda, estos temas incluyen otras actividades de los distintos grupos de participantes.
La vocación carmelitana se basa en una experiencia de unión con Dios. Ello da expresión al modo de vivir con los demás. La relación con Dios y con los hermanos es el camino de maduración y de vital importancia en un carmelita descalzo, para responder adecuadamente al contexto moderno en el que se encuentre. Estamos en el post-cristianismo en el que las realidades culturales y el pensamiento moderno nos ponen ante una crisis que, a veces, es contraria a la fe. Y así surge la necesidad de releer nuestra literatura carmelitana y personalizar e interpretar los cuestionamientos de este tiempo.
Compartiendo las ideas en grupos y en común sobre las ilusiones y las desilusiones de nuestra vida religiosa, el moderador nos llevó a reflexionar sobre la hermandad o la comunión en las comunidades al segundo día de la jornada. La identidad de un carmelita consiste, no en apartarnos en grupos, ni aislarnos del grupo, sino acercarnos cada vez más a los demás, es decir que, a través de los demás, uno consigue su identidad en la comunidad. Nuestra vida es, básicamente, comunitaria: Darnos cuenta de la vida fraterna, poner la alegría del otro en primer lugar, ser misericordiosos uno con otro, unirnos en la palabra de Dios y en la liturgia, son aspectos que nos abren el camino para la vida de hermandad, eso que es precisamente la vida teresiana. Así nos convertimos en instrumentos verdaderos que se oponen o contrarresten a la cultura moderna que cada vez nos ahoga más en los medios de comunicación, y tanto que, a veces es difícil discernir la verdad. Juntos realizamos los signos del tiempo, embarcados en la misma misión.
La iglesia es misionera. Nuestra vocación carmelitana forma parte de la misión. La vida interior se tiene que transmitir en formas de apostolado. Transmitir la propia vida interior fuera de sí, a las personas, a las situaciones es nuestra misión en la iglesia. Santa Teresa de Jesús en su Morada 5 empieza a hablar de los efectos del encuentro con Cristo o sobre la grandeza de Dios. El verdadero efecto de este encuentro es convertirnos en apasionados misioneros. La información y la educación que recibimos deben formarnos o madurarnos en la fe y hacernos conscientes de que somos Iglesia.
3. La Celebración Eucarística y las Horas Litúrgicas
Este momento de formación permanente nos animó a profundizar las celebraciones litúrgicas: las horas litúrgicas y la eucaristía. La eucaristía de cada día fue celebrada en distintos lugares: en el convento, en el santuario, donde las madres carmelitas de Fátima y Coímbra. El primer día, después de la acogida e inauguración oficial, P. Jon Korta presidió la misa. En su reflexión de la palabra del evangelio (Mt 8, 23-27) nos animó diciendo que hay tempestades en nuestra vida, pero pasan; después viene la paz: estamos apoyados unos a nosotros y acudimos a Jesús: Él está siempre con nosotros y siempre encontramos en Él la paz.
Para muchos de nosotros celebrar la misa en la capilla de la aparición, en el santuario de Fátima es un sueño milagroso que se hace realidad. El día 3 de julio se celebra la fiesta de santo Tomás, apóstol; fue presidida por P. Francisco Sánchez Oreja. En su homilía nos dio a entender el apostolado y profesión de fe de santo Tomás. En los dos días siguientes, fuimos a celebrar la eucaristía con las madres carmelitas: de Coímbra primero (aunque no participaron ellas en la eucaristía con nosotros, a causa de varios visitantes) y luego de Fátima (aquí sí participaron). Presidieron: el P. Giuseppe Pozzobon y el P. Vasco Nuno Tavares da Costa (Provincial de Portugal) e insistieron en sus homilías sobre la misión carmelitana, la palabra de Dios en la vida del Carmelo, la interioridad, y la vida carmelitana. Por lo general fue una experiencia muy bonita y elevadora de nuestros corazones, celebrando la eucaristía concelebrándola juntos, como hermanos.
Aunque era libre el participar en el rosario que se celebraba cada día a las 9.30, por la noche, en el santuario, nos unimos con los peregrinos, y también en la procesión de las velas. El rezo, de hecho, fue una experiencia única e inolvidable.
4. Los Paseos y Visitas
Dos veces, juntos, pudimos salir fuera, para conocer los lugares: el camino de los pastorcitos y su casa, y el museo de la hermana Lucía OCD., Coímbra. Hicimos dos visitas: a las madres carmelitas descalzas, en Fátima y Coímbra.
Acompañados por una religiosa local, fuimos a ver el camino de los pastorcitos. Está a unos kilómetros del santuario. Son los lugares de las apariciones de los ángeles y de Virgen María: y también está el vía-crucis. Percibimos cómo fue la intervención celestial en estos niños, Jacinta, Lucía y Francisco. Inicialmente hay una preparación de los corazones de los niños por los ángeles, motivándolos a rezar. Las apariciones de la virgen María les va revelando el mensaje sobre la conversión de los pecadores, la paz ante las guerras mundiales, el rezo del rosario, y el triunfo del sagrado corazón de María, etc. También es un gozo visitar la casita de Francisco.
Uno de los pastorcitos, Lucía, vivió toda la vida en el monasterio del Carmelo, de las madres carmelitas descalzas de Coímbra. Debido a otros visitantes del monasterio no pudimos pasar demasiado tiempo con las madres del Coímbra, pero sí pudimos presentarnos y pasamos al museo dedicado a la hermana Lucía. Quedamos emocionados al ver sus escritos (“Memoria de las apariciones”), las cartas, el hábito que usaba, los artículos santos, etc.
El segundo día del encuentro fuimos al monasterio de las madres carmelitas de Fátima, en el recreo después de la cena. Después de la presentación de cada uno, las hermanas nos mostraron un video: la historia del pajarillo de Santa Teresita. Quedamos muy contentos al ver el video porque contesta a la pregunta: ¿Cómo un alma, tan imperfecta como la mía (Teresita) puede aspirar a poseer la plenitud de Amor? Comparando su alma y a Dios con un pajarito y al sol, Teresita muestra una fe inquebrantable. Este encuentro con las monjas incluyó también unas canciones y danzas por ambos lados.
Conclusión
El acompañamiento de los jóvenes de la provincia ibérica a través de unas jornadas fue, de hecho, una experiencia fructífera y agradecida, llena de alegría. Fue realmente un viaje tanto interior como exterior: Interior, porque pudimos estar todos juntos; y, con la ayuda de las celebraciones litúrgicas y las sesiones compartidas fundamentamos nuestra interioridad. Y como exterior porque estábamos en grupo, conviviendo, compartiendo las experiencias. No fue sólo una ruptura o descanso de la rutina, sino también una fuerza para comprometernos significativamente en la Orden, al servicio de la Iglesia.
Es nuestro deber agradecer a los provinciales de las tres provincias por habernos concedido esta oportunidad para participar en unas jornadas para convivir como hermanos del Carmelo. Desde el fondo del corazón se lo agradecemos a todos los que hicieron posible este encuentro.
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