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LEVANTANDO NUESTRA MIRADA AL CIELO PROMESAS EN LA ORDEN SEGLAR DE PAMPLONA

Día de Todos los Santos. Es un día que nos invita a levantar nuestra mirada al Cielo, un día en el que en nuestro corazones se reaviva el anhelo de santidad.

En Pamplona, la Orden Seglar también hoy ha amanecido con ese anhelo y ese deseo del Cielo.

Hay un camino para llegar al Cielo por el que han avanzado muchos santos, es el camino del Carmelo. Hoy cuatro hermanas de la Orden Seglar han dado un paso más en este hermoso camino al que un día el Señor les llamó.

Son nuestras hermanas Eloísa Briñol y Amparo Esparza que han hecho sus Promesas definitvas y Maribel Abaurrea y Carmen Cadena que han hecho sus Promesas temporales.

La celebración de la Eucaristía ha dado comienzo a las cinco de la tarde. Ya habían ido llegando los familiares y amigos, mayores y niños. La llegada de Eloísa ha sido de mucha emoción para todos ya que está pasando por una delicada enfermedad. Pero su sonrisa sólo reflejaba ese deseo de Dios.

Las lecturas nos volvían a recordar la dicha y la alegría del Cielo y el P. Viguri nos ha ayudado a comprender el camino que estaban recorriendo las cuatro hermanas que hacían las Promesas.

Nos ha hablado de cómo pertenecer a la Orden Seglar es vivir el evangelio en el mundo, siendo personas normales al estilo de Santa Teresa, alegres y confiados en Dios pero al mismo tiempo pisando tierra, cada una en sus trabajos y obligaciones del día a día, en la familia y donde nos toque vivir “aceptando con dulzura las propias imperfecciones”, al estilo de Santa Teresita.

Pertenecer a la Orden Seglar es también ser una familia con los frailes, somos hermanos, nos recordaba el P. Viguri, así como lo son nuestras hermanas las monjas Carmelitas Descalzas.

En Pamplona esto es una realidad que constatamos en el día a día y nos sentimos muy contentos por tanto que recibimos de la Comunidad.

Terminada la homilía, las hermanas han pronunciado sus Promesas con mucho deseo. Eloísa hacia más de un año que no venía a nuestros encuentros por enfermedad y ha sido ayudada por una hermana que le ha prestado su voz, pero su corazón estaba muy alegre.

No podía faltar la Acción de gracias que también cada hermana ha querido expresar: gracias a Dios, a los carmelitas, mención especial al P. Alfredo, que tanto quería a la Orden Seglar y hoy ya nos ha acompañado desde el Cielo, gracias a los hermanos seglares, a la familia, amigos, en fin corazones agradecidos!

Y de la mano de María, cantando la Salve terminamos la celebración y pasamos a la mesa.

La Comunidad de frailes nos ha dejado su comedor para que estuviéramos más cómodos y han compartido con nosotros también la merienda. Ha sido una bendición disponer de este lugar porque había muchas cosas ricas y estábamos muchos celebrando este día tan hermoso.

Ambiente de alegría, simpatía, amistad, recordaba la frase de Santa Teresa “Aquí todas se han de amar, todas se han de querer, todas se han de ayudar”.

Damos gracias a Dios por este día y seguimos avanzando por el camino hacia el Cielo.

Marina Arraiza OCDS

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